La reducción de la secreción de GH en personas mayores de 60 años con enfermedad orgánica del hipotálamo puede llegar a ser del 90%. Esto da como resultado un aumento en la masa grasa y un perfil lipídico adverso en comparación con los sujetos sanos de la misma edad. Un estudio de reemplazo con GH de 12 semanas de duración realizado con adultos mayores, evidenció que la composición corporal cambió significativamente, con gran caída en la masa grasa y un aumento en la masa corporal magra.
La GH fue bien tolerada en este grupo de adultos mayores, todos los cuales completaron el estudio. Este estudio ha demostrado también que la dosis de reemplazo de GH en los sujetos de edad avanzada son considerablemente más bajos que los requeridos por los más jóvenes.
La secreción de GH disminuye en un 14% por cada década de edad. Se sugiere entonces que las personas mayores de 60 años son funcionalmente GHD. Si este fuera el caso, uno no podría ser capaz de detectar una diferencia en la secreción de GH entre los ancianos con enfermedad de hipotálamo y un grupo control de la misma edad. Se estudió la secreción de GH en 24 pacientes con enfermedad hipotálamo-hipofisaria y 24 controles igualados para el índice de masa corporal y la edad, utilizando perfiles de GH de 24 horas, con pruebas de estimulación con arginina y midiendo el nivel de IGF-1
El área promedio (rango) bajo la curva del perfil de GH, el promedio del pico de GH en respuesta al estímulo con arginina y la concentración media de IGF-I en suero fueron significativamente menores en los pacientes GHD que en los controles.
Quince pacientes no mostraron evidencia de secreción espontánea o estimulada de GH, mientras que todos los controles tenían evidencia de ambos.
El área bajo la curva de GH en los 33 sujetos con una secreción de GH demostrable, es proporcional con el pico de respuesta de GH a la arginina, pero no con la concentración sérica de IGF-I.
Este estudio sugiere que la deficiencia orgánica de GH en los ancianos es distinta de la disminución de la secreción de GH asociada con el envejecimiento.
La definición bioquímica de deficiencia de GH en adultos es controversial en la actualidad. La ITT (test tolerancia a insulina) se considera el mejor método para el diagnóstico de deficiencia de GH en adultos. Sin embargo, el ITT es desagradable para el paciente y conlleva un riesgo considerable, especialmente en adultos mayores, en el que la cardiopatía isquémica es más común.
Se ha optado por utilizar una estimulación alternativa para evaluar la secreción de GH en sujetos de más de 60 años de edad, que es la estimulación con arginina, la cual proporcionó una evaluación fiable de la secreción de GH en este grupo.
La medida de concentración de IGF-1 como método para detectar la deficiencia de GH tiene baja sensibilidad en los ancianos y en los niños pequeños. En jóvenes y adultos jóvenes si hay una correlación válida entre IGF-1 y GH.